Cinco consejos para preparar un suave aterrizaje al colegio.

LEVANTARSE ANTES
Los expertos recomiendan comenzar a levantarse gradualmente más temprano. Entre las 7.30 y 8.00, una semana antes del inicio oficial de clases. Para eso toda la casa debe colaborar, provocando un ambiente propicio al sueño, esto es, apagando las luces, la televisión y todo tipo de estímulo. Hay que considerar que los niños tienen sueño 15 horas después de haberse despertado, por lo que la mejor estrategia para que se duerman temprano, es que se levanten antes. Y para ello, lo mejor es darles actividades a realizar en la mañana: ayudar a recoger, acompañar a un adulto a las compras, etc. "Levantarlos temprano sin motivo alguno generará conflicto entre padres e hijos".

INVITARLOS A ARMAR EL ESCRITORIO
Se recomienda generar un patrón de comportamiento proactivo a las exigencias y contenidos escolares. ¿Cómo? Leyendo libros recreativos (lo ideal es haberlo hecho durante todas las vacaciones), o repasar de manera lúdica las cuatro operaciones básicas de matemáticas. Una buena manera de hacerlo es jugando: buscar un tesoro con pistas que impliquen sumas o restas, con juegos de naipes que impliquen hacer tríos o cuartos, etc. Otra forma de acercarse al colegio es comprar los libros y uniformes en familia de manera entretenida, sin estresarse: negociar con los niños la compra de algunos cuadernos o mochila que a ellos les gusten. O invitarlos a ordenar su lugar de estudio y dejar que ellos lo adornen. Una vez iniciadas las clases, la recomendación es no exigir de la misma manera que a lo largo del año, sino que ir aumentando de forma gradual los requerimientos.

DESPEDIRSE DE LAS VACACIONES
Parte de la programación neurolingüística para enfrentar el primer día de clases podría ser "despedirse" de las vacaciones el día anterior con una comida rica, sin castigos y con harto regaloneo. El primer día de clases -y siempre- hay que levantar a los niños con suficiente tiempo para evitar los gritos y carreras: los expertos recomiendan una hora antes de salir de casa.

CONSENSUAR LOS HORARIOS CON LOS NIÑOS
"Partir preguntando a los niños qué expectativas tienen para el año, que pueden tener que ver con el colegio, con los amigos, etc. Y ayudarles a pensar cómo piensan lograrlas, es una buena manera, por ejemplo, de que si quieren mejorar sus notas, ellos mismos se den cuenta de qué tienen que hacer para lograrlo".El paso siguiente entonces es consensuar con los propios niños un horario, de manera que sean ellos los que identifiquen qué días tienen más carga académica, en qué horarios prefieren ver su programa favorito o salir a jugar, siempre dejando espacio para el estudio. Controlar el tiempo dedicado al juego y a la televisión.

MENSAJES POSITIVOS CONTRA ESTRÉS
Retomar las clases después de dos meses de vacaciones es para todos los niños un motivo de estrés, más aún si es la primera vez que van al colegio, o si enfrentan un ciclo nuevo. Por eso, los expertos recomiendan usar la programación neurolingüística para motivar al menor las semanas previas al colegio. "Hay que mandar mensajes positivos como "Qué rico volver a ver a tus amigos", si un padre habla todo el día acerca de lo atroz que es volver a levantarse temprano, su hijo le va a tener fobia al colegio". También es bueno llevarlos a conocer el colegio antes si se trata de un establecimiento nuevo, conversar sobre los temores y repasar situaciones que pueden vivir para que sepan cómo enfrentarlas.